Diario-Blog de un médico forense

blog creado para reflexionar sobre los problemas que tienen los médicos forenses en España y dar a conocer nuestro trabajo

Mi foto
Nombre:

31.8.06

Los diamantes

No debería haber llamado diario a este blog. Ahora me siento un poco obligado a escribir todos los días. Aunque, por otra parte, es muy entretenido.
También he estado pensando que si hablase todos los días sobre lo que hago como médico forense usaría mucho la opción de "cortar y pegar"; así de rutinaria es nuestra tarea. Supongo que habrá gente que piense que nuestro trabajo es asqueroso, o triste, o apasionante (sobre todo con la cantidad de series que están poniendo ahora sobre forenses). Seguro que nadie piensa que a veces nuestro trabajo es tedioso y rutinario, ya sabeis: el omnipresente esguince cervical, las contusiones leves en agresión, el ojo hinchado, la incapacidad de los pobres abuelos con Alzheimer avanzado, etc. Otras veces cae en nuestras manos (más bien nos lo echan encima o nos lo reparten, para decirlo más finamente) algo interesante. Un informe que nos hace pensar, estudiar, imaginar y entonces sí, entonces nuestro trabajo se vuelve apasionante. Somos como mineros que nos pasamos el día picando para extraer carbón (cada día hay que extraer más carbón) y de vez en cuando encontramos un diamante. Entonces pensamos que esta profesión vale la pena. Pero hay tan pocos diamantes...
Por cierto que sería bueno que los compañeros de los diferentes IML´s escribiesen para contar sus problemas o tambíen sus ventajas, ahora hay unos cuantos sitios para hacerlo

2 Comments:

Blogger Juan Francisco Ortigosa said...

Sí, Julio, somos algo mineros.
A mí me encanta ser forense. Creo que es la especialidad más interesante y en la que más me realizo.
Obviamente hay muchos asuntos "de trámite". Muchas agresiones leves, mucho latigazo, muchos informes de drogadicción... como tú dices, ¡mucho carbón!
Yo, como todos, también creo que hay cosas más importantes o más gratificantes desde el punto de vista profesional. Pero a veces me da el "siroco filosófico" y me pongo a pensar en ello.
Tras cada caso hay gente (somos una especialidad médica social) y se trata de gente con sus preocupaciones y sus espectativas. Gente que no tiene un latigazo cervical sino su latigazo cervical.
Y ahóra míralo desde el otro lado. Seguro que hay "un presunto culpable"... no de los latigazos... sino de "ese" latigazo cervical concreto. Ambos esperan de nosotros una valoración correcta para poder hacer valer sus derechos.
Para ellos no es un asunto de trámite y como ciudadanos exigen que se respeten todos sus derechos y que se les atienda con todos los medios disponibles.
Para poder prestar ese servicio necesitamos la preparación científica (que la tenemos) y los medios materiales adecuados (que no siempre los tenemos).

Hacer una autopsia en un anciano con pluripatología que murió súbitamente es tan importante como la autopsia de un homicidio y... al fin necesitaremos el mismo material y el mismo grado de atención. Y no creas que la trascendencia jurídica de un caso y otro es distinta. En ambos casos, hasta que tú no lo digas, el juzgado seguirá instruyendo diligencias por una muerte violenta o sospechosa de criminalidad.
¡Eres el minero más importante, en ese momento, de la mina de la justicia!

Por ello necesitamos medios (todos).

Como, a pesar de mis canas, no he perdido la ilusión dela mina... creo que es bueno eso de sacar carbón. Toneladas y toneladas de carbón es lo que hace grande a nuestra empresa. Pero que no nos falten los medios ni la preparación para que, cuando aparezca el diamante lo sepamos reconocer y tratarlo adecuadamente.
Un saludo.

2:41 p. m.  
Blogger Julio Irigoyen said...

Dices bien, cuando hablas del servicio al ciudadano, que viene a nuestra consulta con "su" problema y espera una solución jurídica. Por supuesto, el que un informe sea más o menos rutinario no quiere decir que no se haga con todas las garantías científicas y que no pongamos en él, como jurídicamente se dice, todo nuestro leal saber y entender. Y siempre tienes la responsabilidad de que el proceso de la justicia no se pare por culpa tuya, o que una sentencia no sea justa porque tu informe estaba mal hecho.
Pero dentro de este bien hacer nuestro, no puede evitar, a veces, sentirme un poco cansado, sobre todo de las prisas que nos imponen. Y no puedeo evitar la sensación de que nadie valora nuestro trabajo, que lo mismo da que esté bien o mal hecho mientras esté hecho. Bueno, supongo que todo el mundo tiene un mal día de vez en cuando

7:01 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home